Todo lo que no sabías sobre técnicas para podar

Todo lo que no sabías sobre técnicas para podar

La poda de árboles es una práctica esencial para mantener la salud, la estructura y la seguridad de las plantas en jardines o espacios arbolados. Sin embargo, muchas veces no se conoce en profundidad qué técnicas existen, cuándo aplicarlas, ni cómo influyen en la vitalidad y longevidad de los árboles.

Este artículo busca aclarar esos aspectos, basándose en recomendaciones de organismos especializados y en conocimientos arborícolas contrastados.poda de árboles


¿Por qué podar: objetivos y beneficios

Realizar cortes adecuados y en momentos apropiados ofrece múltiples ventajas. Entre ellas destacan:

  • Eliminar ramas muertas, enfermas o dañadas, lo cual ayuda a prevenir enfermedades, plagas o descomposición interna que podría propagarse.
  • Favorecer una estructura equilibrada, especialmente en ejemplares jóvenes: con ello se logra que el árbol crezca con una arquitectura sólida, reduciendo el riesgo de roturas por viento, nieve o tormentas.
  • Mejorar la iluminación y ventilación interna de la copa, lo que beneficia la salud del árbol y puede favorecer floraciones o fructificaciones en especies adecuadas.
  • Garantizar seguridad, eliminando ramas que podrían representar un peligro para personas, edificaciones, cables, vehículos u otros elementos.

Estos objetivos pueden perseguirse de forma independiente salud, estructura, estética, seguridad o combinada, siempre considerando las particularidades del árbol y su entorno.


Principales técnicas de poda y cuándo aplicarlas

No existe una única forma de podar: las técnicas varían según la finalidad, la especie, la edad del árbol y las condiciones ambientales. A continuación, algunas de las más empleadas:

  • Desmoche de ramas muertas o enfermas: consiste en eliminar ramas dañadas, con hongos, fisuras o marchitas. Es una limpieza indispensable para evitar propagación de patógenos.
  • Aclareo de copa (thinning / crown thinning): se eliminan ramas internas, cruzadas o en competencia, con el fin de mejorar aireación y entrada de luz. Es ideal para árboles maduros o en espacios densos.
  • Elevación de copa (crown raising / crown‑raising): retirar ramas bajas para ganar altura libre —útil cuando hay paseos, aceras o estructuras bajo la copa.
  • Reducción de copa (crown reduction / crown reduction cuts): acortar ramas superiores para controlar altura o evitar conflictos con líneas eléctricas, infraestructuras, edificaciones, etc.
  • Poda formativa en ejemplares jóvenes: en los primeros años conviene definir estructura, conservar un vigor equilibrado, y evitar ramas débiles o mal orientadas. Esto reduce la necesidad de intervenciones drásticas en edad adulta.

Es clave que los cortes se realicen correctamente: por ejemplo, al podar ramas grandes, empezar con un corte desde abajo, seguido de otro desde arriba, para evitar desgarros de corteza; y siempre cortar cerca del “collar de la rama” sin dejar muñones para que la cicatrización sea adecuada.Principales técnicas de poda y cuándo aplicarlas


¿Cuándo es el mejor momento para podar?

El calendario ideal varía según la especie, su ciclo vegetativo, si florece o da fruto, y el objetivo de la poda. Hay pautas generales que se repiten en manuales de horticultura y arboricultura:

  • Para la mayoría de árboles y arbustos caducifolios, lo óptimo es podar a finales del invierno o principio de la primavera, cuando el árbol está en reposo vegetativo y los recursos están almacenados en raíz y madera. Esto minimiza el estrés, reduce el flujo de savia y acelera la cicatrización con la llegada de la primavera.
  • Si se poda antes de la brotación primaveral, los cortes pueden sanar rápidamente.
  • Para árboles y arbustos que florecen en primavera o verano (sobre madera del año anterior), es preferible podarlos justo después de la floración, para no eliminar yemas florales.
  • En coníferas y especies perennes, las podas intensas no suelen ser necesarias. Si se realizan, deben ser ligeras y preferentemente en época cercana al final del reposo vegetativo.

Es importante no eliminar más de una porción sustancial del follaje en una sola intervención: esto puede debilitar al árbol y dificultar su recuperación.


Errores comunes y consecuencias negativas

Cuando la poda se realiza sin la técnica adecuada o en momentos inadecuados, puede derivar en problemas graves:

  • Cortes mal hechos o “topping”: cortar ramas grandes sin respetar el collar o dejando muñones puede generar deterioro, brotes débiles, proliferación de ramas mal orientadas, y mayor vulnerabilidad a plagas o enfermedades.
  • Exceso de eliminación de follaje: eliminar demasiado follaje puede privar al árbol de su capacidad de fotosíntesis, debilitando su energía para brotar, defenderse o reaccionar ante estrés.
  • Poda en época inadecuada: podar en plena brotación, fructificación o justo antes de una estación adversa sin tener en cuenta el ciclo de la especie puede provocar sangrado de savia, infecciones, pérdida de flores/frutos, e incluso muerte en casos extremos.
  • Intervenciones sin criterio: podar sin respetar la morfología natural del árbol, “esculpir” de manera rígida por estética o por moda puede dañar su estructura a largo plazo y debilitar su resistencia.

Técnicas, objetivos y consideraciones

Técnica / método Objetivo principal Momento recomendado Precauciones / notas clave
Desmoche de ramas muertas Eliminar ramas enfermas, dañadas o muertas Preferente en reposo vegetativo Cortes limpios, sin muñones, justo en el collar
Aclareo o afinado de copa Mejor ventilación, luz y salud interna Final de invierno / principios primavera No eliminar más del ⅓ del follaje
Elevación de copa Ganar espacio libre bajo la copa Durante reposo o cuando el árbol puede cicatrizar Evitar cortes excesivos, mantener estructura natural
Reducción de copa Control de altura, evitar interferencias Reposo vegetativo o momento seguro Cortes progresivos, respetar proporciones
Poda formativa (árbol joven) Definir buena estructura desde el inicio Primeros años de vida del árbol Evitar ramas competidoras, promover un “líder” único
Poda post‑floración (arbustos) Conservar floración anual, optimizar brotes Justo después de florar Conocer ciclo de floración antes de cortar

Técnicas menos conocidas o tradicionales

Existen métodos históricos o especializados que, aunque menos comunes en jardines domésticos, merecen conocerse:

uno de ellos es Daisugi una técnica de origen japonés, que consiste en podar los brotes que emergen desde la base del árbol, de modo que crezcan troncos rectos, sin necesidad de cortar el árbol principal.

Esta manera de manejo se ha utilizado en bosques japoneses durante siglos para obtener madera recta y sostenible, sin sacrificar el árbol original.

Aunque no es habitual en entornos urbanos o jardines comunes, Daisugi ilustra cómo la poda puede entenderse como una herramienta forestal, de manejo sostenible, más allá del mantenimiento ornamental. Este tipo de técnica demuestra que una poda bien estudiada puede armonizar la utilidad con la conservación.


Claves para una poda eficaz y segura

Para sacar el mayor provecho a cualquier intervención, conviene tener en cuenta estas recomendaciones:

  • Utilizar herramientas adecuadas: tijeras de poda, podaderas de yunque o de pértiga, si es necesario recortar ramas altas.
  • Hacer cortes limpios, cerca del collar de la rama, evitando muñones o desgarros de corteza.
  • No realizar podas drásticas en pacientes maduros sin motivo: una intervención agresiva puede causar más perjuicio que beneficio.
  • Evaluar los objetivos antes de actuar: salud, seguridad, forma, producción, etc. Identificar qué se busca lograr.
  • Conocer la especie: cada árbol tiene su ritmo de crecimiento, su sistema radicular, su ciclo de savia y floración. Lo que es adecuado para uno puede no serlo para otro.
  • En árboles grandes o cerca de infraestructuras, electricidad, edificios, contratar especialistas si es necesario. Se requiere equipamiento, experiencia, y evaluación de riesgos

Por qué muchas creencias sobre la poda no son correctas

Existen mitos o ideas equivocadas sobre la poda que a menudo llevan a errores. Entre ellos:

  • Que “cuanto más se poda, mejor crece el árbol”: no. Cortes excesivos pueden debilitar la planta. Debe haber moderación.
  • Que la poda es solo estética: en realidad, un buen mantenimiento busca salud, seguridad, durabilidad.
  • Que cualquier época es buena: ignorar los ciclos vegetativos puede perjudicar al árbol.
  • Que basta con eliminar ramas visibles malas: a veces, el problema está en interior de la copa o en raíces, por lo que se requiere un análisis técnico.

Con un enfoque responsable y fundamentado, la poda se convierte en una herramienta útil, no en un riesgo. La poda cuando se realiza correctamente es una herramienta esencial para mantener árboles sanos, seguros y estables a lo largo de los años.

Conocer las técnicas adecuadas, el momento oportuno, y las razones por las que se actúa, marca la diferencia entre una intervención que favorece la vida de un árbol, y otra que podría dañarlo irreparablemente. Ya no basta con “cortar ramas”: se trata de aplicar criterio, técnica, y respeto por el ciclo vital de cada planta. Con este conocimiento, cualquier espacio verde puede mantenerse de forma equilibrada, funcional y armoniosa.

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