Alberto Novo, Director Comercial de Monza, ha reflexionado acerca de las características que deben reunir las prendas utilizadas en este entorno laboral en su ponencia «La seguridad, el confort y la sostenibilidad como factores claves del vestuario», que ha tenido lugar en HIP Horeca Professional Expo
¿Cuáles son las características que deben tenerse en cuenta cuando se adquieren las prendas que formarán parte del vestuario laboral de cocineros, camareros o profesionales de sala? Diseño, precio o durabilidad son algunas de las respuestas, sin embargo, con el fin de aportar mayor claridad a esta pregunta, Alberto Novo, Director Comercial de Monza, marca de confianza en vestuario laboral con 65 años de experiencia, ha desvelado algunas de esas claves en su ponencia «La seguridad, el confort y la sostenibilidad como factores claves del vestuario» durante la celebración del HIP Horeca Professional Expo, el evento celebrado en Madrid que reúne a los profesionales del sector de la hostelería.
Durante su intervención, Novo ha asegurado que la seguridad, el confort y la sostenibilidad son los elementos más trascendentales y que deben marcar la diferencia a la hora de elegir el vestuario laboral de los empleados de un bar o restaurante.
Así, el Director Comercial de Monza ha comenzado su ponencia explicando a los asistentes cuál es la principal diferencia entre seguridad y protección. Dos términos que a menudo se confunden, especialmente cuando se habla de vestuario laboral dentro del concepto de EPI. En este sentido, Novo ha indicado que «los Epis son para contrarrestar peligros específicos determinados que limitan la exposición del trabajador a los riesgos de su entorno y su uso es obligatorio, además de un derecho. Sin embargo, la uniformidad cumple otras funciones, y su uso suele ser opcional». En su exposición, Novo ha destacado que, en materia de seguridad, por ejemplo, se ha generalizado el uso de abotonaduras de las chaquetillas de cocina con cierre mediante corchetes ocultos para evitar atrapamientos o desprendimientos sobre los alimentos; así como el uso de manga larga para protegerse de posibles quemaduras.
Durante su intervención, el Director Comercial Monza también ha destacado la importancia del gramaje en las prendas para asegurar la protección de los trabajadores. Mientras en el sector industrial se apuestan por gramajes mínimos de 190-200, en el sector de la hostelería, el gramaje es muy inferior para asegurar mayor ligereza y transpirabilidad.
La triple perspectiva del confort en el vestuario laboral
Otro de los aspectos clave en la elección del vestuario laboral es el confort entendido desde una triple perspectiva: confort psicológico, térmico y funcional.
En el caso del confort psicológico, el Director Comercial de Monza ha subrayado el valor que conceden los trabajadores actualmente a «querer ir guapos a trabajar», y en ello, 3 elementos han resultado fundamentales. El primero de ello es la incorporación de la mujer al sector industrial, lo que puso de relieve la falta de prendas pensadas para ellas. A continuación, se sitúa el patronaje, ya que un buen patrón es sinónimo de confort, y, por último, el tallaje que tiene componente ergonómico, pero también puede llegar a convertirse en uno de los principales descontentos.
Respecto al confort térmico, Novo ha destacado la importancia de que el vestuario laboral ayude a retener o liberar el calor corporal, pero no solo eso, si no garantizar la plena libertad de movimientos, lo que se conoce como confort funcional.
La importancia de reutilizar los tejidos
Por último, en lo referente a la sostenibilidad de las prendas, el Director Comercial de Monza ha asegurado que se trata de un fenómeno que ha venido para quedarse. «Es indudable que todos los procesos deben orientarse hacia este principio. Reducir la huella de carbono no sólo debe convertirse en un reto, sino también en una exigencia». Durante su intervención, Novo ha subrayado la importancia de reutilizar porque «no resulta práctico comprometerse con el uso de tejidos sostenibles si las prendas tienen una vida útil corta. Por ejemplo, si un pantalón, tras 8 lavados está para tirar, sería poco sostenible y generaría un residuo demasiado pronto, mientras que si está como nuevo tras 40 lavados, aporta un gran valor de sostenibilidad. En definitiva, la durabilidad y la resistencia de un tejido es clave para reducir la huella de carbono».
Fuente Comunicae